martes, 31 de marzo de 2009

EN EL METRO: PÓNTELO – PÓNSELO

Los anuncios de Axe se esfuerzan en vendernos que por una dosis del producto atraeremos a las mujeres cual macho cabrío y, como efecto secundario, oleremos bien. Pues creo que Axe se haría de oro patentando el “Axe for Metro”, porque si en algún sitio hay que erradicar malos olores y además es difícil ligar (ya sea por los malos olores o porque no es lo mío) es en el metro.

Las 7 de la tarde, hora punta, la gente empieza a salir del trabajo. Empiezan los empujones, los toquecitos, los pisotones, las carreras por el metro y, por supuesto, los olores. Alguno podría decir “es por las carreras en el metro”, pero no señores, no nos dejemos engañar, la peña es GUARRA DE COJONES, y hay quien no se ducha hasta que no le llega una carta del ayuntamiento.

Y es que no es tan difícil ducharse. De pequeño me jodía, y hoy me jode aún más que las mujeres me manden ducharme… pero joder, tienen parte de razón. El sudor queda muy guapo en un partido de fútbol con los colegas, pero en el metro, sobra… sobre todo si el que suda no eres tú sino los 25 de turno que se meten en el vagón y que jurarías que dejan tras de sí un hilo color verde putrefacto que se puede seguir desde el tren siguiente…

Mi consejo: desodorante always encima. Así, o te lo pones tú, o se lo echas al de al lado.

lunes, 30 de marzo de 2009

EN EL METRO: LECTORES INTRUSOS

Noto que el del asiento de al lado se está inclinando hacia mí. ¿Se habrá quedado dormido? ¿O son los vaivenes del metro?........Miro un poco de reojo y me doy cuenta de que, ¡está leyendo mí periódico! ¡Cómo me jode! Intentas inclinar el periódico para que no alcance a leerlo pero compruebas que entonces él se esfuerza más y más.

Alguno habrá comprobado el extremo de esta situación que puede tener varios finales: te guardas el periódico y te privas de tus noticias matinales por culpa del tocanarices del vagón del metro. Otra opción es que aprietes los dientes y aguantes como un javato. Y por último puede que al pasar la página, el lector intruso, te diga: - Espere, que no he terminado de leer la columna de opinión.

En ese momento, de lo que te ha jodido, o bien te bajas del tren o le gritas a todo pulmón: - ¡Coge un periódico gratuito!

sábado, 28 de marzo de 2009

EN EL METRO: SALIR ANTES DE ENTRAR

Si, desde pequeño mis padres me lo han repetido sin cesar: “Pablo, deja salir a la señora”, “Pablo, no entres hasta que salgan los que están dentro”. Siempre creí que todos los padres lo hacían, que había una especie de código internacional de buenos modales por el cual uno no puede entrar en ningún lugar cerrado hasta que salgan los que tienen intención de hacerlo, y eso incluía el metro.

Pero no, una vez más me equivocaba. Os pongo en situación: 8 de la mañana, línea 10 de metro, vamos todos como si fuésemos piezas del lego, encajando una pierna por aquí y una oreja por allá. Se para el metro en Nuevos Ministerios y dudas si será mejor estar allí o ir andando, y descalzo, al trabajo. Intentas salir, tienes que cambiar de línea como sea, pero no. Los que están delante de la puerta no se apartan, se aferran al vagón como si se les fuese la vida en ello. Y los de fuera entran todos en plan muralla: ¡señores, dejen salir y cabrán más, por ahora no soy capaz de atravesar masas corpóreas! Es simple y sencillo.
¡No soporto a la gente que es tan dura de mollera!

EL METRO

Queridos seguidores, el Metro es uno de los lugares más plagados de encantos y desencantos de nuestra querida ciudad. Es una especie de micro-clima, donde se pueden encontrar especies y subespecies dignas de un estudio personalizado. A eso me voy a dedicar en la entrada de hoy, a describir algunas de las muchas situaciones que me joden, te joden, le joden, nos joden, os joden y les joden del Metro.

jueves, 26 de marzo de 2009

… Y SE ME QUEDA CARA DE GILIPOLLAS

Hoy me ha sucedido algo humillante, y he decidido aprovechar mi condición de Jodencio para expresarme… ¿No os da la sensación de que los conductores de autobús (“autobuseros” para algunos) se ríen de nosotros? A mí no me da la sensación, es que estoy totalmente seguro de que viene incluido en su contrato. Seguro que durante la entrevista de trabajo les hacen alguna pregunta o incluso algún test para detectar sus ganas de joder. ¡No hay derecho!

Y es que siempre nos hacen lo mismo. Ves que el bus ha llegado a la parada, echas a correr, el conductor ve la carrera que te estás pegando, te mira y te cierra la puerta delante de tus narices. Joder, no me seas y ábreme la puerta ¿no? Que para eso muchas veces soy yo el que tiene que estar esperando más de la cuenta, empapado por la que está cayendo o helado de fío y no me quejo. Supongo que es duro tener que pulsar de nuevo el botoncito que abre la puerta, y que una persona más en el autobús hace que el resto de pasajeros vayan más apiñados… ¡Venga ya!

LA LEY DE LA SELVA

¿Otra vez por aquí? Nos os podías resistir más a mis encantos y pasar otro día sin visitar mi blog, lo sé… creo que podré seguir viviendo con ello… Lo que pasa es que no sé si podré seguir vivo saliendo a salas petadísimas en las que después de esperar una laaaaaaarga cola para entrar dentro tienes que “luchar” con toda esa gente que estaba contigo, antes y después que tú en esa laaaaaarga cola.

Bueno, pero lo que más me jode en todo esto es cuando ya estas dentro. No sé si tengo ese don, pero siempre soy el afortunado que le toca de espaldas al pasillo que todo el bar cree que es el “pasillo oficial” por donde pasar. Y claro, así te pasas la noche moviéndote un pasito para delante y otro para atrás, para un lado y para el otro, todo sin formar, pero sin tratarse de un baile, sino por la gente que pasa y te empuja.

Y bueno, ya la noche se remata, si te toca al lado al grupo bailarín y saltarín que te deleita constantemente con sus codazos, culazos, golpecitos, pisotones y roces. Si es que para salir lo básico no es ir borracho o sucedáneos, sino ir con una buena dosis de paciencia. Ay señor, ¡lo que hay que aguantar!

martes, 24 de marzo de 2009

¡¡¡SSSSHHHHHHHHHHHHHH!!!

Queridos lectores en busca de una voz inspiradora, hoy va por el grupo de pesaos que no paran de incordiar en el cine. Seguro que más de uno habéis tenido que hacer: “¡¡Shhhh!!” Y es que la gente es muy maleducada. Te vas una tarde de domingo al cine, te acomodas en tu butaca (que por cierto, a veces está llena de palomitas) y tienes la mala suerte de que te toca estar al lado del grupito de pesaos, pero claro, tú esto aún lo desconoces. Cuando apaguen las luces te darás cuenta de la que te ha caído...

Empieza la peli y con ella el jaleo del cubo de palomitas, que viene y va de punta a punta, el crujido de las patatas fritas, el vomitivo olor de la salsa de los nachos… Pues bien señores, esto es el aperitivo, nunca mejor dicho, lo peor está por llegar. Después de llevar una hora de película, aguantando la comilona de esta gentuza y soportando comentarios como: “Que buen@ está”, “Buah! Esto es un peñazo, vámonos antes de que se acabe”, y demás variantes, suena un móvil. Sí, a alguien se le ha olvidado ponerlo en silencio, a pesar de que lo han recordado varias veces antes de que empezara la película. Y claro, no es un sonido cualquiera, tiene que ser un politono de moda como: “Cristina, sácame de aquí cojones”, “Eres tú mi peluchito” o alguna canción ridícula.

Para rematar la jugada, no encuentra el móvil y se le cae el cubo de palomitas. El resto de acompañantes se empiezan a reír del patoso de su amig@ y ya está el lío armado. El caso es que al final, en vez de ir al cine, te da la sensación de has ido al zoo, y que me perdonen los animales que allí están, porque probablemente sean más civilizados que los que no me dejan ver una peli.

lunes, 23 de marzo de 2009

1 COPA= MEDIA HORA DE CONVERSACIÓN

A raíz de mi entrada anterior me he parado a pensar en que en el fondo cuando entramos en una discoteca entramos en un estudiado mercado de intercambio. ¿Qué habrá sido del altruismo y de los guateques de Marisol & Cía?

Cuando estás soltero y a tu lado hay una mujer dispuesta a darte conversación, no lo dudas ni un instante: las oportunidades no se presentan tantas veces. Un whisky-cola por aquí, una caipirinha por allá y el rato va pasando. Te crees que ya está hecho y entonces Menganita te dice que se va a casa ya, que ha sido un día largo, que mañana tiene que aprovechar la mañana para ir a comprar espárragos verdes. Es el momento, tragar saliva y: ¿podríamos quedar un día de estos para tomar algo, no?

Lo que sigue, muchos lo conocemos: una enumeración de excusas inverosímiles para ni darte el teléfono. Estoy harto de las mujeres que venden palabras vacías a cambio de un cubata. Y luego se quejarán de que somos cabrones…

domingo, 22 de marzo de 2009

PAGAR POR SER HOMBRE

Llega el fin de semana, y tras las duras y largas jornadas de trabajo que has tenido que sufrir, nada te apetece más que ir a tomar unas cañas por ahí con los amigos. Quien dice unas cañas, dice quedarse hasta las tantas y he ahí el primer problema: encontrar un local en el que se esté a gusto sin tener que pagar. La alternativa a esto es un local en el que solo paguemos los tíos y esto es algo que me supera. ¡Viva la igualdad de sexos! ¿Qué pasa? ¿Si me disfrazo de tía me saldrá más rentable salir?

Si yo fuese mujer me sentiría herida en lo más profundo por ser tratada como un trozo de carne. Siendo hombre, me siento completamente estúpido por seguir alimentando esta payasada: borregos que pagamos por seguir a los cachos de carne.

GRACIAS… PERO STOP



Desde mi humilde blog quiero “agradecer” el día a todos aquellos amables compañeros de viajes en transportes públicos que intentan hacértelo más animadito gracias a su incesable ritmo regetonero, pachanguero o como narices se llame a su mierda de música. Realmente le agradezco que ellos aporten su asombroso móvil con mil prestaciones, entre ellas, un potente sistema de altavoces junto con su reproductor de música. También me gustaría “agradecer” el espíritu competitivo de los archiconocidos duelos entre personajes que comparten dicha afición. Realmente es de admirar su gran interés por ofrecer diferentes estilos de música y canciones para que cada uno se pueda identificar o apoyar al que más le agrade. Pero STOP.

Después de dichos “agradecimientos”, en nombre de tantas personas que padecen día a día dichas situaciones. Primero me gustaría darles todo mi apoyo y admiración por la enorme paciencia que hay que tener y por seguir conservando su sistema auditivo (ya que dicha situación supone aumentar el volumen de tus mp3 o Ipod para contrarrestar el “ruido” acústico).

Sólo me gustaría decirle a este tipo de personajes que la gente tiene teléfonos que tienen las mismas funciones aunque no los saquen para lucirlos y que hay una cosa con cables y con auriculares que se pone en las orejas, llamada cascos para escuchar la música sin que los demás lo oigan, asombroso tal descubrimiento, ¿verdad? Aunque los Reyes Magos hayan pasado no estaría mal que amigos, familiares o allegados le regalaran unos cascos a esa gente que posee tal gran corazón y ultraísmo para compartir su música con los demás. Muchas gracias, pero NO, quiero escuchar lo que quiero y cuando quiero!

viernes, 20 de marzo de 2009

TONTO EL QUE LO LEA

Imaginemos que llegas a una estación de autobús después de un viaje de tres horas y media y que evidentemente, bajas y vas corriendo al baño. Desahogas tu necesidad inmediata y mientras tanto observas la puerta o la pared que tienes delante. Inevitablemente alcanzas a saber que Julio y Sandra llevan saliendo desde el 2/08/07 y que más de uno sabe firmar con letras incluidas, aunque no se entienda lo que pone. Hasta aquí todo puede ser soportable, a pesar de que te pueda joder ver los baños públicos estropeados de ese modo, con ese aspecto de descuido y suciedad. Esto jode, pero lo que te hace exclamar este pensamiento en alto y decir, ¡joder! Es cuando lees: “Aquí estuvo Paco”, o lo que es peor “Tonto el que lo lea”.

Por favor, que nadie se lo tome como algo personal.

ODA AL VECINO DEL TERCERO

Sí, sí, sí, esto sí que me jode y en esto sí que me vais a dar la razón. ¿Dónde nos hemos dejado al vecino irrespetuoso, algo antipático, encima malaleche y que no ha oído hablar en su vida de lo que es vivir en una comunidad de vecinos?

Pues lo hemos dejado en el 3ºD, o en el 5ºF, o en el 2ºA……………. Cada uno tendremos al nuestro, a ese que deja la hilera de manchar de la bolsa de basura una noche sí y otra también; a ese que da voces por el hueco de la escalera todas las mañanas a las 7:30h o que cada trimestre la monta en la junta de vecinos.

Inspiraos, y ampliad esta lista interminable de cosas que nuestro vecino preferido hace, para que no nos olvidemos de que sí, siempre hay algo que te jode.

jueves, 19 de marzo de 2009

ABUELA, NO SE CUELE…



Existen 2 clases de señoras de la Tercera Edad: las agradables ancianas, y las “hijas de su madre” viejas.

Las ancianas son el género que a todos nos encanta: las que nos planchan las camisas, las que hacen rosquillas y las que te llaman “ay mi nieto guapo” aunque seas un cruce entre el orangután cabreado y la ballena beluga.

Las viejas son… las otras. Las que dan codazos, las que van de listas, las que creen que somos idiotas y que no las vemos llegar por detrás en la cola del súper, o de la carnicería, e intentar colarse. ¿Pero es que se creen invisibles? Vamos, hombre, un poco de seriedad que ya tienen ustedes una edad.

Estas viejas deben tener sus nietos, por lo cual tienen una doble identidad… al salir de casa, se enfundan el traje de Doña Blasa y van listas a arrear con el bastón a cualquier desgraciado que no les deje colarse aunque ellas lleven todo el carrito lleno y el pobre desgraciado sólo lleve una barra de pan. Se transforman… ¿Qué diría su nieto el orangután?

miércoles, 18 de marzo de 2009

NO ME EMPUJES QUE NO LLEGO

Otra situación que me jode, y que estoy seguro de no ser el único, es cuando alguien se posiciona detrás de mí en las escaleras mecánicas, por ejemplo, y se dedica a realizar toda una serie de aspavientos, movimientos extraños simulando un pequeño novillo que te va a envestir o adaptando su cuerpo, como el hombre chicle, al pequeño espacio que queda entre ti y el pasamanos. Esto me jode. Parece que tienes un buitre hambriento acechando tu nuca.

¿Por qué hacen esto?, pues porque no tienen lengua, según diría mi madre, se la ha comido un gato, y no pueden decir: -Disculpe, ¿me deja pasar? Si lo hicieran, darían la impresión de que son más amables, los demás se lo agradeceríamos, el tránsito por los lugares públicos se haría más sencillo y todos seríamos más felices.

martes, 17 de marzo de 2009

Y EL OCTAVO DÍA, DIOS CREÓ LOS MICRO-COCHES



Hola a todos los lectores, entramos de lleno en las inquietudes de Jodencio, y sois bienvenidos a participar con vuestras opiniones, sugerencias y demás situaciones que os jodan, por ejemplo... ¿No os jode que un cochecito de mierda, de esos que llaman micro-coches, os quite el sitio? Después de estar dando vueltas y vueltas por el centro, buscando dónde aparcar, crees que has encontrado un hueco y ¿qué ves? Un micro-car aparcado. Y vuelta a empezar. Sigues buscando, gastando más combustible y por supuesto, cabreándote más.

¿Por qué hace eso la gente que tiene un micro? ¿A caso se creen que tienen un Hummer? Ese es un coche enano, que cabe en cualquier sitio, pero lo de “en cualquier sitio” tiene sus matices, incluido el de “en cualquier sitio que no joda al resto de personas que tienen un coche de dimensiones bastante superiores al del mío y que por lo tanto pierden el tiempo mientras acechan a la caza de un sitio”. Y es que siempre pasa lo mismo. No falla. Estás ahí, todo emocionado porque por fin crees que hay un hueco para tu coche y te encuentras al ridículo morro del micro-coche mirándote y riéndose de ti. Al final, ¿cuál es la solución? Aparcar a tomar por culo, que no veas lo que jode cuando vas cargado, o dejarlo en un parking (que a veces también está a tomar por culo) y luego dejarte un cojón y parte del otro a la hora de pagar.

Maldito micro-coche. Debe ser producto de Murphy y sus leyes.

P.D. Note el lector que, ante el pánico que me produce la idea de ser víctima de la oleada de denuncias estúpidas que sufre nuestro país producto de la americanización, he decidido no nombrar el micro-coche en cuestión. Faltaría más… que me jodieran también por ahí.

P.D. 2. Tenéis la ocasión de expresaros, dar vuestras opiniones, estar de acuerdo o en desacuerdo con mis ideas, ¡¡aprovechad y quejaos de cómo son las cosas!!

Odio



Mi estado de ánimo.

lunes, 16 de marzo de 2009

BIENVENIDOS A UN ESPACIO PARA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Futuros lectores del Blog de Jodencio; os merecéis una introducción sobre este espacio de reivindicación al que estás bienvenidos a uniros.

Cada día, desde que salimos de casa y nos enfrentamos a los atascos, las masificaciones y los borregos, nos suceden una serie de cosas que aceptamos por convención social y porque ya no nos queda sangre en las venas para reclamar nuestros derechos. Son cosas que nos joden, o por lo menos a mí me joden.

Tener que dejar pasar a 5 personas delante de mí en la cola del supermercado porque ellos llevan 2 artículos y yo llevo un carro lleno, me jode. A lo mejor no son tan organizados como yo y en vez de hacer la compra semanal, tienen que venir todos los días a llevarse 4 tonterías… y tener que dejarles pasar, porque sí, me jode.

En definitiva, este blog lo voy a dedicar a mis pequeñas reivindicaciones, y las de todos los que seguramente piensen como yo pero no dicen nada porque queda feo andar quejándose de todo lo que nos parece mal, y eso también me jode.

Bienvenidos a mi espacio personal. Mi nick es Jodencio 35, y estoy harto de las rimas con mi nombre.